¿Qué pasó con la mesura?
Quienes hemos
participado de procesos electorales como actores directos, especialmente como candidatos
a algo, sabemos que asimilar los resultados de una votación envuelve un sinfín de
sentimientos encontrados los cuales florecerán según los números finales.
Una campaña
política, por pequeña que sea, implica un gran desgaste físico y sobre todo
mental; idear las estrategias, coordinar las movidas, resguardarse, calcular,
responder y todas aquellas actividades propias de estos procesos poco a poco
van consumiendo las energías de la figura principal (candidato), situación
normal que por encima de muchas otras cosas que se tienen como prioridad
debería considerarse de manera especial.
En la política
Nacional vemos como aparentemente este (temple) no es un tema prioritario en las
principales figuras candidateadas aún o hasta hace poco en Liberación Nacional,
partido político del que aclaro soy miembro activo; Y digo esto por las
reacciones en cuanto a los resultados de la recién pasada Convención y Elección
de Estructuras Internas que se llevaron a cabo el 2 de abril.
Al final de la
noche, después de los primeros datos facilitados por el Tribunal de Elecciones
Interno, se denota la lentitud del conteo y la transferencia de datos, pasaban
las horas era casi media noche y no se llegaba ni al 20% del total de mesas
contadas, estos primeros números daban una ventaja que oscilaba entre el 4% y
5% en favor de Antonio Álvarez Desanti mientras que los enlaces de José María
Figueres Olsen aseguraban tenían un escrutinio adelantado en donde se reducía y
hasta invertían los números y resultados, una situación que sin duda alguna
generó expectativa en la población por cuanto no había seguridad de nada.
El
Tribunal Interno, alegando el cansancio de sus funcionarios (válido, lo que no
es entendible es como no se contaba con más personal) decide suspender el
conteo y anuncia la reanudación para el día siguiente, es en ese momento en donde el
ex presidente Figueres manifiesta de forma sarcástica y fiel a su estilo “pícaro”
que esa elección se ganaba durante la noche, esto provocó reacciones
inmediatas del ahora candidato del P.L.N. Álvarez Desanti y que tienen que ver
directamente con la crítica de este artículo.
El entonces
Presidente de la Asamblea Legislativa (a quien apoyé en la elección interna y lo haré en las elecciones Nacionales)
empieza a alterarse, adopta una posición de preocupación y cuestionamientos
ante lo que estaba sucediendo y cayó en el juego de Figueres, se exacerbó y
perdió los estribos, claro está que el cuestionamiento fue válido, pero falló
el cómo, a tal punto que se atrevió a utilizar la palabra fraude y esto sin
duda alguna generó una afectación directa en la percepción de Antonio que
permeó en el Partido.
Ayer por la
noche, se informa sobre una supuesta denuncia que realizó el ex presidente
Figueres Olsen sobre “chorreo” de votos en diferentes cantones durante la
convención, un término muy conocido dentro del argot político nacional y causal
de una revolución en nuestro país; sin mayor argumento y menos fundamento, su
jefe de campaña lo confirma y se lanza una bala al aire la cual sin lugar a dudas causa
atención y se pone nuevamente en duda el proceso, pero ahora desde la “acera de
enfrente” aunque de la misma alameda.
El Presidente
del Tribunal Interno sale al paso de las declaraciones e indica como primer punto que
no tiene denuncia formal sobre el tema y que lo reportado son casos aislados en
donde se presume lo que existió fueron errores y falta de capacitación y no
dolo o intención de afectar el proceso por medio de la nefasta práctica
denunciada. Nuevamente un “berrinche” viene a afectar la imagen del Partido y polemiza la elección.
El país se
encuentra escaso de liderazgos, quienes hoy figuran como posibles cabecillas
políticos se cuentan si acaso con los dedos de una mano, y el pueblo, ese que va
con su voto y decide quién será el que tome el timón del Poder Ejecutivo para
el desarrollo de proyectos en lo menos que quiere confiar o ver, son personas quienes
al calor del momento y del entorno actúen impulsivamente, porque siendo franco no logro identificar alguna estretgia política, sino más bien una clara falta de control de emociones por ambos dirigentes.
No puedo aceptar
que dos políticos sumamente experimentados, con amplia trayectoria política, que
han pasado por donde asustan y que se supone están acostumbrados a las
presiones actúen de esta manera; que no sean capaces de controlarse y actuar
con mesura ante situaciones como las que se dieron durante y ahora después del
proceso interno, ellos mucho más que yo sabrán que acontecimientos como estos
se presentan día a día en casa presidencial y que esa no es la actitud que se
requiere para afrontarlas.
Liberación
Nacional necesita unirse, requiere de la madurez y la humildad con las que se
deben asumir tanto los triunfos como las derrotas, pero sobre todo está urgido de que
las dos figuras más representativas del último proceso muestren sus mejores
cualidades y calidades para lograr el objetivo en febrero de 2018.
Lic. José Manuel
Ulate Rojas
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